Las claves de Carlos Sastre.

Su manera de ser nunca convenció a todos. Directo, crítico y sincero,Carlos Sastre (Leganés, 1975) se retiró del ciclismo hace poco más de un año tal y como quería: sin hacer ruido. El ex corredor, que colgó la bicicleta tras conquistar un Tour y obtener otros cuatro podios en grandes vueltas, sigue viendo luces y sombras en el deporte de sus amores. 

Se muestra escéptico respecto a los nuevos movimientos (como el grupo de presión 'Change Cycling now') que pueden hacer girar el rumbo del ciclismo internacional. "¿Cuál es el camino correcto? Yo lo desconozco, pero todos los caminos que se crean por desgracia tienen un interés particular y esto no ayuda al colectivo. En otros deportes el colectivo está unido y es fuerte, esto ya lo sabemos desde hace mucho pero nadie confía en nadie, la desconfianza que hay y que se crea cada día no ayuda a encontrar una solución, que en realidad sí que existe", explica.

Sigue cogiendo la bici y acudiendo como espectador a las carreras, pero todavía no ha decidido cómo volverá a reengancharse al mundillo 

El abulense, que se encuentra "bien al no tener que preparar la maleta constantemente" como antaño, no tiene demasiada nostalgia de sus tiempos de profesional. Sigue cogiendo la bici y acudiendo como espectador a las carreras, pero todavía no ha decidido cómo volverá a reengancharse al mundillo salvo a través de la colaboración con la escuela que dirige su padre en Ávila. Mientras él redirecciona su vida, el pelotón evoluciona. El sistema de puntos es un buen ejemplo de ello. "Siempre será cuestionable hasta que no hagan una liga como ocurre en otros deportes, en estos momentos es muy difícil que los puntos que se consiguen en diferentes competiciones valgan lo mismo por diferentes intereses", advierte a la vez que secunda el cambio de filosofía que se ha visto obligado a tomar Euskaltel por dicho sistema. "Quieren estar entre los mejores y para eso necesitan puntos, me parece una decisión inteligente". 

Margen de mejora.

Para Sastre, que valora positivamente una temporada 2012 en "la que ha habido muchas victorias españolas", lo más destacable ha sido el desarrollo de Giro y Vuelta "que han mantenido la emoción hasta el último día". "Es cierto que no ha habido sorpresas notables, que todo ha transcurrido más o menos como se esperaba; pero lo que más me ha gustado es ver la cantidad de gente que hay en las carreteras animando a los corredores y lo que menos el seguir hablando de cosas que no ayudan a resolver los problemas que tenemos, la especulación diaria a la que se somete a todo el mundo relacionado con el ciclismo", analiza. 

Por último, el ex del Geox (entre otros) considera bueno el cambio de la presidencia en la Federación española, aunque "hay que valorar las cosas buenas que se han hecho hasta ahora y mejorarlas". Esto es lo que haría si estuviera en el pellejo de López Cerrón: "Sólo basta saber que ‘patas’ cojean y decidir repararlas o cambiarlas, el deporte no es política y, sin faltar al respeto a nadie, no me dejaría influenciar por las próximas elecciones con tal de potenciar todos aquellos valores que desprende nuestro deporte. En estos momentos hay demasiados intereses particulares en todo lo que nos rodea y todas las instituciones se crean con amiguismos que no aportan otra cosa que desconfianza. Todos queremos saber de todo y al final no sabemos de nada. Tener una buena estructura en la Federación sería un buen comienzo, con gente del deporte en el deporte y con gente de gestión en la gestión". Palabra de todo un vencedor del Tour. 

Fuente: marca.com